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EL COCHE YA NOS HA TRAÍDO DE VACACIONES Y... ¿AHORA QUE?

Después del estado de confinamiento y de la exigencia en vacaciones, no puedes dejar de cuidar tu coche con una revisión post vacaciones

Después de un año en el que tu coche ha pasado por una fase de confinamiento con una reducción (en muchos casos total) de su uso, y luego vuelta a desplazamientos, en su mayoría largos, por periodo de vacaciones, deberias tener en cuenta mas que nunca su revisión post vacaciones para comprobar que en estos tiempos que vienen y que tanto lo vas a necesitar, sigue estando en plena forma.

En primer lugar, al llegar de vacaciones deberías de lavar el coche minuciosamente, tanto externamente como la zona interior. Esto te permitirá apreciar cualquier desperfecto que se haya producido durante el periodo de vacaciones, además de limpiar el vehículo de residuos perjudiciales para él, como pueden ser: salitre, arena, piedras, ramas, etc, que pueden provocar averías o un mal funcionamiento en diversos elementos y sistemas.

Deberías contactar con tu taller de confianza y acudir a revisar:

Los sistemas con fluidos, ya que debido al paro por confinamiento y la falta de circulación de los líquidos por los distintos sistemas del vehículo, y la posterior exigencia en trayectos de vacaciones, los conductos, después de estar secos durante gran parte del confinamiento se habrán visto sometidos a altas temperaturas y presiones que pueden conllevar roturas o perdidas y descenso de niveles.

Sin duda hay que revisar el tren de rodaje, prestando especial atención a los neumáticos. Ten en cuenta que el calor y las altas temperaturas, aparte de las cargas extras del verano (por norma general viajamos con todas las plazas del coche ocupadas, más equipaje) afectan directamente a la presión de los neumáticos, en los cuales se debe comprobar que el dibujo está dentro de los límites y que no se han producido bandas de rodadura ni grietas. Si tu coche además estuvo tiempo parado por el confinamiento, lo más normal es que se produjeran deformaciones en los neumáticos, que sin duda se habrán agravado en los trayectos de verano. Presta atención a cualquier ruido o sensación de vibración que puedas observar. Un técnico experto enseguida te dirá si existen defectos.

Otro de los componentes a revisar son los frenos. Con el calor y el mayor uso de estos al realizar más trayectos, sufrimos mayor desgaste de pastillas y discos. Si no tenemos controlado el estado de ambos, los discos podrían sufrir daños que supondrían su sustitución, siendo estas piezas de un coste elevado. El circuito de frenos y nivel de líquido también debes revisarlo (como comentamos en el apartado de fluidos).

Iluminación, parte a la cual no solemos prestar mucha atención pero que es fundamental para la seguridad del vehículo. Pide a tu taller de confianza que compruebe el reglaje de los faros delanteros y fíjate si están opacos y no prestan la iluminación necesaria. En este caso deberían pulírtelos o presupuestar para su sustitución. Del mismo modo hay que revisar pilotos traseros, que pueden comprometer nuestra seguridad por no informar de nuestras acciones (frenar, cambio de dirección, marcha atrás, etc).

Unos de los grandes olvidados y que no hay que dejar pasar la oportunidad de revisar después del periodo de vacaciones son los limpiaparabrisas. Los limpiaparabrisas sufren de manera especial con las altas temperaturas del verano, lo que hace que sus materiales se puedan ver afectados en forma de endurecimiento de sus gomas, cuarteos y grietas, provocando que hagan ruidos durante su funcionamiento, que dejen rastros de agua o que boten sobre el cristal al funcionar. Es necesario tenerlos en perfecto estado por si nos pilla un chaparrón.

Como ultima recomendación deberías comprobar si el vehículo ha llegado al intervalo de kilómetros en el que es necesario su mantenimiento periódico (cambio de aceite y filtros o incluso correa de distribución), si es así no dejes de realizarla para que evites problemas de coste elevado derivados de su no realización. Con tú servicio de mantenimiento, tu taller de confianza revisara también los diferentes componentes del motor, como tacos, correas de servicio, sujeción de componentes, etc. Si no es necesario el servicio de mantenimiento, pero como te recomendamos lo llevas a realizar esta inspección postvacacional tan necesaria, pide a tu taller que revise el motor y te ofrezca un diagnostico del estado de todos los componentes descritos.

Dependiendo del coche (sobre todo por su antigüedad) y del taller (disposición de medios) también puedes pedir que conecten el equipo de diagnosis y te comprueben la memoria de incidencias que pueda presentar tu vehículo (chequeo de diagnosis), con ello tendrás más información del estado de tu vehículo y te permitirá tomar mejores decisiones al respecto.

Tu taller de confianza será tu aliado para que tu coche este listo para las exigencias del día a día. Recuerda que un mantenimiento preventivo y programado supone al fin y al cabo un ahorro sobre averías derivadas de la falta de revisiones.

Cuida tú coche, cuídate.

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